"Juega Limpio, Juga Net"
El pasado domingo 19 de marzo,
festividad del “Día del Padre” (curiosa coincidencia) durante la
celebración de un partido de fútbol base de la categoría de Infantiles, niños
de 12 y 13 años, entre equipos de
Mallorca, un nutrido grupo de padres comenzó una violenta pelea, que obligó a
que el árbitro suspendiera el encuentro y se tuviese que atender a más de
veinte heridos. Por desgracia, no es un hecho aislado.
La violencia en el
deporte, especialmente en el fútbol y, tristemente, en sus categorías más
jóvenes, ha llegado a tales extremos que
se tienen que adoptar medidas de inmediato.
Vídeos, comentarios, fotografías…..,
han corrido, como la pólvora, por las
redes sociales. Posicionamientos reprochando y denunciando tales actuaciones también.
A estas alturas, por todos es conocido el suceso, por lo que no considero
necesario entrar en más detalles.
Pero sí que creo obligatorio que
nos realicemos esta pregunta ¿Cómo se erradican de los terrenos de juego este
tipo de “espectáculos”? Difícil y comprometida es la respuesta, la verdad.
Todos los fines de semana, a lo
largo y ancho del territorio nacional, se juegan miles de partidos de Deporte
Base en sus diferentes disciplinas deportivas. Encuentros de fútbol,
baloncesto, balonmano, etc., en los que niños y niñas en edad escolar, derrochan
entusiasmo e ilusiones. La mayoría de ellos disfrutan y hacen ejercicio físico
a la vez pero, por desgracia, unos pocos se ven sometidos a la presión “extra”
y absurda de sus padres.
La violencia en el deporte, especialmente
en el deporte base, por parte de los
progenitores de los jugadores, ha llegado a tales extremos que se tienen que
tomar medidas de inmediato. Ya que los grandes perjudicados no son los energúmenos que se insultan y agreden,
si no sus propios hijos.
Algunos clubes, en sus categorías
inferiores, han prohibido a los padres de los jugadores acceder a las zonas de
entrenamientos y partidos para evitar, en lo posible, estos episodios. Las
federaciones correspondientes también han adoptado medidas rigurosas sobre
quienes protagonizan “circos” de esta índole. A mi juicio, no es suficiente y,
en algunos casos, desacertado, ya que “pagan justos por pecadores”.
Estoy convencido de que las
diferentes administraciones públicas tienen que implicarse también y poner
todos los medios que estén en sus manos para colaborar en erradicar este tipo
de “espectáculos” no deportivos. No olvidemos que muchos de estos partidos se
celebran en instalaciones públicas e incluso, algunos de ellos, en
competiciones organizadas directamente por Ayuntamientos, Diputaciones, etc.
Personalmente, no creo que la
solución sea multar, sancionar, descalificar, expulsar…, a los clubes a los que
pertenecen estos padres, pues al fin y al cabo, los perjudicados serían, una
vez más, sus hijos. Por el contrario, opino que se debe premiar, reconocer,
galardonar, recompensar…, a los clubes, jugadores, entrenadores, aficiones,
etc., cuyas conductas deportivas estén basadas en el respeto y en los valores,
por encima del resultado de la competición.
La ciudad de Alicante instauró, hace unos años, un Programa Deportivo
bautizado con el nombre de “Juega Limpio, Juga Net”, cuyo
primordial fin es potenciar el juego limpio.
Este programa se creó por
los técnicos deportivos de la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Alicante, con el objetivo
principal de potenciar el juego limpio y las conductas positivas dentro y fuera
de los terrenos de juego, concretamente en los que se disputan los partidos que
componen la fase local de los Juegos Deportivos Municipales, los
conocidos, Juegos Escolares.
El Programa está basado en premiar con puntos a los equipos
(jugadores, técnicos y aficiones de los clubes participantes en la
competición) cuando éstos realicen conductas o acciones deportivas que contribuyan al Juego Limpio,
así como los actos que favorezcan la formación de los niños y las niñas a
través del deporte y el enriquecimiento de la vida personal y social de los participantes. Lo importante
no es ganar, si no participar.
Para ello, los árbitros de los
encuentros de las diferentes disciplinas deportivas se comprometen a colaborar,
conocer, cumplir y cumplimentar la documentación necesaria correspondiente al
Programa con el objetivo principal de potenciar el Juego Limpio y las conductas
positivas, dentro y fuera de los terrenos de juego en los que se disputen los
partidos.
Y todos los implicados
(jugadores, entrenadores, árbitros, aficiones) se comprometen a cumplir el Decálogo del Juego Limpio siguiente: Todos los jugadores son compañeros y
amigos. Hay que saber compartir el
triunfo con los demás. Es importante
saber ganar y saber perder. En el deporte y en la vida, respeta para
ser respetado. Compite sin provocar
lesiones y ayuda cuando se produzcan. Las
decisiones del árbitro se toman en beneficio de todos. Valora el buen juego, el esfuerzo y la buena educación. Conoce bien el reglamento para
entender tu deporte. El respeto
forma parte del juego. Todos somos iguales, nadie es superior a nadie. El juego limpio, hace más limpio el
resultado.
Lo que se intenta a
través de este Programa es conseguir que el objetivo principal de estos
encuentros sea la educación por medio de la práctica deportiva. Que el deporte
sea también una escuela de la vida, en la que se aprenda a vivir deportivamente
y en sociedad, mediante la adquisición de valores, buenos hábitos y normas de
convivencia. Y para mí, lo más importante, que los niños y niñas participantes,
disfruten con sus deportes favoritos y se diviertan practicándolos, sin la
presión de padres y entrenadores, en conseguir la victoria a cualquier precio.
No olvidemos nunca que los niños
y niñas de hoy, serán los grandes deportistas (estrellas) del mañana.
“La Educación es mucho mas que Educación Física, pero muy poco sin ella”
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